Siete consejos para gestionar el estrés al operar

Todos los traders saben lo estresante que puede ser operar. Pero ¿sabe cuál es el impacto de este estrés en su rendimiento?

Marcado por picos de estrés especialmente agudos, el estrés crónico que generan las largas horas que está alerta tras sus pantallas no solo influye en su estado físico, sino que también afecta a sus capacidades cognitivas.

Según el estudio llevado a cabo por Fenton-O’Creevy, Soane, Nicholson y Willman, los mejores traders destacan por su capacidad de ser conscientes de sus niveles de estrés e implementar las medidas necesarias para contrarrestarlo.

En este artículo se presentan siete consejos prácticos, basados en estudios científicos y en nuestra propia experiencia en trading, para combatir el estrés y sus consecuencias de forma eficaz.

1. Prepárese como un atleta

Un sueño reparador, una dieta equilibrada y una actividad física regular… Puede que el plan no suene demasiado alocado, pero sí es muy efectivo.

El éxito de una sesión de trading empieza con el descanso adecuado. Es cierto que el dinero nunca duerme, pero los traders sí necesitan descansar antes de desafiar al mercado.

Durante el día, recuerde limitar el consumo de café y otros estimulantes que puedan poner en alerta su cuerpo, incrementar sus niveles de estrés y afectar a la calidad de su sueño.

Como los atletas, complete su semana con deporte para reducir sus niveles de cortisol y adrenalina, las dos hormonas que se segregan en mayor medida durante las sesiones de trading.

¿No le apetece correr o hacer pesas? Puede dar un paseo de 20 minutos para despejarse entre dos sesiones operativas.

2. Optimice su entorno de trabajo

Es posible (incluso tentador) operar en una cafetería con su portátil o sobre la marcha con su móvil, pero no es lo más óptimo.

Su estación de trading es como un monoplaza en el que desafía al mercado. Los detalles deben optimizarse para ayudarle, no perjudicarle.

Estas son algunas recomendaciones:

• Escoja un lugar tranquilo, con buena iluminación y una conexión a internet fiable;
• Elimine las distracciones y ponga su teléfono en modo avión;
• Invierta en el aspecto ergonómico de su estación de trabajo (pantallas, silla, ratón, etc.).

Por último, recuerde estar siempre bien hidratado y en una postura adecuada, abierta y relajada. Esto último influye en sus capacidades cognitivas y en su estado emocional.

3. Mantenga un diario de trading

Con el entusiasmo del momento, un trader puede olvidarse fácilmente de ver las cosas en perspectiva. ¿Esa operación con la que ha incurrido en pérdidas es tan grave? ¿La decisión fue tan mala?

Mantener un diario de trading le permite tomar distancia de las situaciones por las que pasa y de las emociones que siente

El diario de trading será su mejor aliado, ya sea para formalizar sus objetivos, plan y reglas de gestión del riesgo, o para analizar su situación operativa actual.

Algunos ejercicios concretos, como la estoica «Premeditación de los males», pueden ayudarle a prepararse para ser más resiliente durante las sesiones de trading y menos propenso al tilt, el cocktail de emociones que pueden hacerle caer en picado en cualquier momento.

4. Precise sus reglas de gestión del riesgo

El estrés es una señal de alerta. Y aunque a veces puede descontrolarse, también puede ser un elemento clarificador de su situación actual.

Estresarse cuando una llamada de margen amenaza con liquidar sus activos financieros es lícito. No se trata tanto de erradicar todas las formas de estrés, sino de aprender a reconocerlo y canalizarlo.

Todos los traders deberían saber exactamente cuál es su presupuesto de trading. No saber qué está poniendo en riesgo (excepto que es mucho) es una situación que genera mucho estrés.

En cambio, saber de antemano cuál es peor resultado posible y aceptar la posibilidad de que ocurra le proporciona un problema concreto en el que trabajar y facilita que prepare un plan de acción preciso.

Esto funciona a nivel estratégico y a nivel de cada operación individual. Añadir órdenes de stop de pérdidas de forma sistemática le permite saber cuál es la máxima pérdida posible antes de abrir una posición.

5. Adopte una rutina operativa

Para hacer frente al caos del mercado, el trader necesita una rutina bien ordenada. Controlar su horario y operar en franjas horarias establecidas le ayuda a implementar hábitos buenos (y a eliminar los malos).

Una rutina bien establecida constituye la base de la disciplina en la que deben apoyarse los traders al operar.

¿Cuándo y cómo informarse? ¿Cuándo y cómo operar? ¿Cuándo y cómo recuperarse? Estas preguntas deben plantearse antes de las sesiones de trading y no en respuesta a los impulsos del trader.

En lugar de contar con límites difusos entre el trading activo y las fases de recuperación, es fundamental dividir cada acción para ser más eficaz en cada una.

Para evitar estresarse durante las noches o los fines de semana y recargar pilas de verdad, le recomendamos encarecidamente que no mantenga sus posiciones fuera de las sesiones bursátiles. Dedíquese a otra cosa entre sesiones y reducirá su estrés.

6. Medite habitualmente

Las mejores películas de trading suelen mostrar a profesionales que están muy lejos del budismo, aunque muchos especuladores famosos aseguran que la meditación es uno de los factores clave de su éxito. Esta es la prueba.

7. Opere con otros traders

Con la aparición del trading social, han surgido muchas comunidades de traders independientes en internet, pero la mayoría de estos «intercambios» no son más que un revoltijo de oportunidades que generan un estrés adicional al trader: el síndrome FOMO.

Unirse a una comunidad como la de Discord de NewTrading, en la que los miembros se apoyan los unos a los otros y trabajan juntos para convertirse en mejores traders, puede ayudarle a reducir el estrés y a desarrollar sus habilidades de forma más tranquila.

El trading es una actividad extremadamente estresante. Ya sea un principiante o un trader con experiencia, gestionar el estrés y las emociones será una parte fundamental de su rutina diaria de trading.

Aunque no es posible (ni deseable) eliminar por completo el estrés, es posible canalizarlo, controlarlo e incluso transformarlo en energía positiva.