Indicadores técnicos: ¿la gran ilusión?

Aunque suelen presentarse como el Santo Grial del trader, surgen algunas dudas sobre si los indicadores técnicos no son más que una ilusión. Lo que sí está claro es que no tienen las capacidades predictivas que algunos quisieran adjudicarles.

Comprender los indicadores técnicos

Un indicador técnico es una fórmula matemática en la que se utilizan variables de la curva de precios (nivel de apertura, de cierre, máximo o mínimo a lo largo de un periodo concreto) y los parámetros definidos por el trader.

Cuando un indicador técnico se aplica a la curva de precios de un activo financiero, sus resultados se muestran visualmente en la pantalla del trader.

Para comprender por completo las ventajas y limitaciones de los indicadores técnicos, es fundamental no perder de vista la relación causal entre la curva de precios y el indicador técnico. La evolución de un indicador técnico depende de la evolución de los precios y no al contrario.

Piense en cómo mide un termómetro la temperatura. La temperatura de su piscina influye en el termómetro y no al revés (la influencia del termómetro en la temperatura de su piscina todavía queda por demostrar…).

Como con los termómetros, no se ha probado la naturaleza predictiva de los indicadores técnicos y es probable que no exista. Para convencerse de esto, es suficiente con probar estos indicadores durante un largo periodo de tiempo en un software bursátil.

Sea cual sea el indicador técnico (o combinación de indicadores), sus parámetros o el activo financiero, ninguna prueba obtiene resultados significativamente positivos (en el sentido estadístico).

Algunos ganan, otros pierden, pero no más que si se hubiese tirado una moneda al aire.

¿Por qué se habla tanto de los indicadores técnicos?

En primer lugar, porque representan (afortunadamente) un interés real que se explicará a continuación, pero también porque (desafortunadamente) facilitan que operen los traders principiantes, lo que les hace creer que han perfeccionado una «estrategia ganadora».

Ante un principiante, un intermediario financiero responsable le pediría que se formase antes de adentrarse en los mercados. Otros intermediarios con peores intenciones le sugerirán que siga las señales de un indicador técnico, que compre cuando sea verde y venda cuando sea rojo.

De media, este trader principiante no va ni a ganar ni a perder dinero con las variaciones de precios, pero pagará unos elevados costes de intermediación a su bróker por sus múltiples entradas y salidas del mercado. Y estos costes de intermediación harán que el capital de su cuenta vuele hacia la de su intermediario…

¿Un termómetro vale de algo si no predice la temperatura futura? Sí, porque permite medir objetivamente la temperatura de su piscina en un momento concreto.

Sería un error comparar el uso de indicadores técnicos con discursos de charlatanes modernos. Los analistas técnicos de verdad nunca han pretendido prever el futuro de los mercados con una bola de cristal.

Los indicadores técnicos suelen ofrecer la posibilidad de medir objetivamente el estado del mercado. No existen la euforia ni el pánico para estas fórmulas matemáticas imparciales. El uso de indicadores técnicos posibilita establecer situaciones claras y definidas, que pueden ser verificadas o no.

En lugar de dar una indicación vaga y abierta a interpretaciones, como «comprar la acción de Société Générale cuando empiece a subir de nuevo», es posible proporcionar una instrucción clara que no esté sujeta a interpretaciones, como «comprar la acción de Société Générale cuando su media móvil simple de 20 periodos, calculada en unidades de tiempo de 15 minutos, empiece a subir».

En los mercados financieros, los indicadores técnicos ofrecen una base excelente para automatizar algunos de los procesos de toma de decisiones o para desarrollar programas informáticos más completos.