¿Qué es un fondo cotizado (ETF)?

Los ETF han transformado la manera en la que los inversores acceden a los mercados financieros, ya que ofrecen una solución de inversión sencilla y diversificada capaz de reflejar el rendimiento de uno o varios activos financieros.
¿Qué es un ETF? ¿Por qué invertir en ETF? ¿Qué riesgos implica? ¿Dónde y cómo se pueden comprar ETF?
Siga leyendo para saber todo lo que necesita sobre los ETF.
El trading conlleva riesgos. Esta actividad es adecuada únicamente para clientes informados que comprenden el funcionamiento de instrumentos financieros complejos (futuros, opciones, CFD, etc.) y que pueden permitirse asumir riesgos elevados, incluido el de sufrir pérdidas rápidas que excedan los depósitos. Las estadísticas de trading muestran que más del 90 % de los traders pierden dinero. Sea prudente.
¿Qué es un ETF?
Definición de ETF
Un ETF (fondo cotizado o Exchange-Traded Fund, en inglés) es un fondo indexado cotizado en bolsa que ofrecen las sociedades de gestión de activos. Permite que los inversores inviertan en distintos valores a través de una única posición o una participación de un ETF, del mismo modo que invierten en acciones.
Los ETF suelen denominarse trackers, ya que replican el rendimiento del activo subyacente en el que se basan. Un ETF puede replicar tanto un índice como una cesta de distintos subyacentes, como acciones, materias primas o bonos.
Los ETF suelen utilizarse en el marco de una gestión pasiva, ya que su objetivo es rastrear el rendimiento del subyacente sin tratar de superar al mercado.
Características de los ETF
A diferencia de otros tipos de fondos, los ETF se cotizan constantemente. Por tanto, es posible comprar participaciones de ETF en cualquier momento de la sesión operativa.
Además, los ETF se cotizan en bolsas internacionales y mundiales. Por ejemplo, en Euronext o la NYSE se cotizan más de 3000 ETF respectivamente.
Los ETF también pueden operarse a través de los mejores brókeres de trading.
Aunque la denominación de un ETF puede parecer compleja a primera vista, sigue una serie de reglas que hace que sea más sencillo descifrar la información con las características más relevantes del producto.
La estructura básica suele ser la siguiente:
- Nombre de la gestora.
El índice en el que se basa el ETF con la estrategia que se utiliza (si procede), como «Growth» para el crecimiento o «Value» para valor, y el tipo de índice en cuestión, como «PR» para Price Return o «NR» para Net Return. - Cumplimiento (o no) de la directiva UCITS (en el caso de los ETF españoles, el identificador para saber que están sujetos a la normativa europea no es UCITS, sino FI COTIZADO ARMONIZADO).
- Las divisas u otra información adicional, como «DR» para los dividendos reinvertidos, «DIST» para dividendos distribuidos o «ACC» para dividendos capitalizados.
Existe un código ISIN de 12 caracteres que identifica el ETF. Este puede utilizarse para encontrar la ficha técnica, que contiene información clave sobre el ETF, como por ejemplo:
- La clase de activo
- La divisa de referencia
- La fecha de emisión del ETF
- El índice de referencia
- La frecuencia de pagos de dividendos
- La estructura de la réplica
- El país en el que está registrado el fondo
- La frecuencia de reajuste
- El uso de las ganancias
- La bolsa en la que está disponible el ETF
- Los activos netos del fondo
- El número de posiciones
- El rendimiento de distribución
- Las posiciones principales
- El desglose sectorial y geográfico
- Las ratios financieras como precio-beneficio o precio-valor contable
¿Qué diferencias existen entre los ETF y otros productos financieros?
Los ETF suelen compararse con las acciones y los fondos de inversión tradicionales. Veamos las diferencias entre estos activos.
ETF frente a acciones
Los ETF ofrecen exposición a una cesta de activos diversificada sin ser el dueño de los subyacentes. Las acciones, por su parte, representan títulos de propiedad de una fracción de una empresa.
Los ETF suelen conllevar costes de gestión además de los costes de transacción, mientras que operar con acciones puede implicar costes de intermediación y de custodia.
Las acciones exigen una gestión individual bastante activa por parte del inversor, mientras que los ETF se gestionan de forma más bien pasiva y por parte de profesionales.
ETF frente a fondos tradicionales
Los ETF son instrumentos financieros que se negocian en bolsa, lo que significa que pueden comprarse y venderse en cualquier momento durante las horas de mercado.
En contraste, los fondos de inversión tradicionales suelen comprarse y venderse al valor liquidativo una vez al día (al cierre del mercado).
Por tanto, los ETF ofrecen una gran flexibilidad, ya que pueden operarse en las bolsas a lo largo del día, mientras que los fondos tradicionales presentan unos horarios más limitados y, en ocasiones, requieren plazos de liquidación más amplios.
Los ETF tienden a implicar menores costes de gestión que los fondos tradicionales (en parte por su estructura pasiva).
Los ETF ofrecen un mayor nivel de transparencia al divulgar periódicamente la composición de sus carteras y permitir que los inversores sigan los movimientos de los activos subyacentes.
Los fondos de inversión tradicionales, en cambio, suelen divulgar las posiciones de sus carteras de manera menos frecuente y con un cierto retraso.
Por último, los fondos tradicionales suelen gestionarse activamente por parte de los gestores de carteras, que toman decisiones de compra y venta de manera relativamente frecuente para optimizar los beneficios.
Los ETF, por su parte, suelen gestionarse de manera pasiva, ya que rastrean el rendimiento de un índice específico sin buscar superar al mercado.
¿Cómo funcionan los ETF?
ETF de réplica física frente a ETF de réplica sintética
Existen dos formas principales de replicar un índice: la réplica física o directa y la réplica sintética o indirecta.
Los ETF de réplica física son fondos que mantienen los valores del índice que pretenden rastrear, ya sea con una réplica total (el ETF mantiene todos los valores del índice con las mismas ponderaciones) o con una réplica parcial (sólo se incluyen algunas partes de los valores del índice en el ETF).
Los ETF de réplica sintética utilizan derivados (en particular swaps) para operar con el rendimiento de los activos subyacentes sin poseerlos, generalmente con un banco.
Gestión activa frente a gestión pasiva
Aunque es más común asociar los ETF con la gestión pasiva (ya que un ETF replica el rendimiento de un activo subyacente), hay nuevos tipos de ETF que apuestan por la gestión activa.
Los ETF de gestión activa se diferencian de los ETF de gestión pasiva en que cuentan con un gestor que toma decisiones sobre la asignación de la cartera subyacente.
Por tanto, este tipo de ETF ofrece a los gestores la flexibilidad necesaria para realizar ajustes en las asignaciones por sectores, llevar a cabo operaciones de market timing o desviarse del índice de referencia para tratar de generar mayores rendimientos.
Esto significa que los beneficios de los ETF que se gestionan activamente pueden diferir de la rentabilidad del índice subyacente, a diferencia de los ETF pasivos, que solo tratan de replicar la rentabilidad del subyacente.
¿Qué influye en la rentabilidad de un ETF?
Como hemos visto, el principal objetivo de un ETF es seguir de cerca el rendimiento de un índice específico. Los gestores de ETF lo consiguen invirtiendo en una cartera que refleja la composición del índice de referencia.
Aunque esta relación parece sencilla (si el índice sube, el ETF también debería subir y viceversa), la realidad es más compleja.
Son varios los factores que pueden influir en la rentabilidad de un ETF, cuyo precio dependerá del valor liquidativo (importe total del ETF / número de participaciones) y del valor de mercado (precio al que se negocian en bolsa las participaciones de un ETF a lo largo de una sesión de trading).
Entre estos factores se incluyen los costes asociados al ETF, el método de réplica utilizado, la política de distribución de dividendos del ETF, la frecuencia con la que se reajusta la cartera del fondo o el impacto de la exposición vinculada al mercado subyacente. También debe prestarse atención a la capacidad del gestor del fondo de replicar el índice de referencia (tracking error).
Lista de los principales emisores de ETF
La popularidad de los ETF en los últimos años ha dado lugar a una mayor competencia entre los distintos emisores, lo que ha beneficiado a los inversores en términos de elección, diversidad y coste.
Son varios los emisores de ETF populares en los mercados:
- Lyxor
- Vanguard
- BlackRock / iShares
- State Street Global Advisors
- Invesco
- WisdomTree
- ProShares
- Deutsche Bank
- BNP Paribas
- HSBC
- UBS
- Amundi
Comisiones de los ETF
Los costes asociados a la operativa con ETF pueden variar de un fondo a otro y dependen del emisor, la estrategia de inversión y la estructura del fondo.
Al integrar los ETF en una estrategia, es fundamental tener en cuenta todos los costes asociados al trading de ETF. Los más comunes son los siguientes:
- Costes de gestión anuales (TER – Total Expense Ratio)
Esta comisión anual la cobra el emisor del ETF por gestionar el fondo. Suele representar un porcentaje del valor neto del mismo. - Comisiones de transacción
Son las comisiones que cobra el bróker por la compra y venta de ETF. Suelen variar en función de las condiciones de trading, el bróker que se utilice y el tamaño de la posición. - Comisiones de cambio
Estas comisiones se aplican cuando un trader compra o vende ETF en una divisa distinta de la suya. - Spread
Es la diferencia entre el precio de compra de un ETF y su precio de venta.
¿Cuáles son los distintos tipos de ETF?
Los ETF pueden cubrir distintos mercados financieros, pero también pueden clasificarse en función de la estrategia que se utilice o de la temática de inversión que se escoja. También es posible encontrar ETF geográficos que se centran en países, continentes o áreas económicas concretas.
Los distintos tipos de ETF son:
- ETF sobre índices
Desarrollados en la década de los 90, estos ETF rastrean y replican el rendimiento de los índices principales como el CAC 40, Nikkei 225, NASDAQ o Euro Stoxx 50. - ETF sectoriales
Estos ETF incluyen acciones de sectores de actividad específicos. Puede obtener exposición a uno o varios sectores concretos, como el biotecnológico, el de la inteligencia artificial o el sanitario. - ETF temáticos
Este tipo de inversión va más allá que los ETF sectoriales, ya que ofrece a los inversores la posibilidad de invertir en una temática que les guste o que encaje con sus convicciones o intereses, como los ETF sostenibles. - ETF sobre bonos
Los ETF sobre bonos ofrecen exposición a distintos tipos de bonos, como los corporativos o del Estado. Los ETF sobre bonos permiten que los inversores se beneficien de las ventajas de los bonos, como los beneficios regulares o la diversificación de la cartera, con la sencillez y liquidez de los ETF. - ETF sobre materias primas
Los ETF sobre materias primas ofrecen exposición a materias primas como el petróleo, el oro o el gas natural. También es posible utilizar un ETF que rastree el rendimiento de un índice que incluya distintas materias primas. - ETF sobre divisas
Estos ETF permiten sacar provecho de los movimientos de algunas divisas concretas. Pueden basarse en una única divisa o en una cesta de divisas. - ETF sobre Bitcoin
Este tracker permite que los inversores obtengan exposición a la mayor divisa digital del mercado de criptomonedas sin tener que comprar ni asegurar tokens de Bitcoin. Este ETF permite que los traders obtengan una exposición de bajo riesgo a este mercado y diversifiquen mejor sus carteras. - ETF inmobiliarios
El mercado inmobiliario suele considerarse esencial para una gestión adecuada del patrimonio. Puede sacar provecho de los ETF inmobiliarios sin tener que comprar una propiedad y alquilarla para aprovechar este sector, sino que puede invertir sobre el papel en activos inmobiliarios y beneficiarse de la experiencia de empresas que gestionan este tipo de activos. - ETF inversos
Tal y como indica su nombre, los ETF inversos ofrecen rendimientos inversos a los de los activos subyacentes en los que se basan. Aunque algunos inversores buscan cubrirse con ETF inversos para compensar las pérdidas en las que hayan incurrido con otras posiciones, otros pueden especular con los movimientos bajistas del mercado al utilizar estos productos para obtener beneficios con las caídas de los precios. - ETF apalancados
A diferencia de los ETF tradicionales, que buscan rastrear los movimientos de precio de un activo subyacente de manera proporcional, los ETF apalancados utilizan derivados y otras técnicas para multiplicar los rendimientos en el activo objetivo. Esto hace posible obtener un rendimiento amplificado (ya sea positivo o negativo) en relación con el índice de referencia. - ETF cubiertos
Estos ETF tratan de minimizar el impacto de las fluctuaciones de los tipos de cambio en el rendimiento de las inversiones internacionales. Los ETF cubiertos, por tanto, ofrecen al inversor una protección frente al impacto negativo del tipo de cambio. - ETF sobre estrategias
Este tipo de tracker sigue estrategias de inversión específicas en lugar de simplemente replicar un referente tradicional, como los ETF gestionados de manera activa o los ETF Smart Beta, por ejemplo. El objetivo es sacar provecho de factores de rendimiento específicos, como el crecimiento, calidad, dividendos o volatilidad, con el fin de generar rendimientos mayores o reducir el riesgo.
Ventajas de los ETF
- Facilidad de uso
Los ETF son herramientas sencillas de utilizar, ya que pueden comprarse o venderse como las acciones en cualquier momento durante las horas de apertura de las bolsas. Para sacar provecho de un ETF, todo lo que tiene que hacer es comprar una participación a través de la plataforma de su bróker o de su banco. - Distintas maneras de invertir en ETF
Puede utilizar un plan de ahorro con ETF, por lo que es posible utilizar distintos planes fiscales en función de las necesidades y objetivos del trader. - Accesibilidad
Los trackers se consideran productos financieros de bajo riesgo en el sentido de que replican el rendimiento de los activos subyacentes en los que se basan. Por tanto, son muchos los intermediarios financieros que los ofrecen y se encuentran disponibles para todo tipo de inversores. - Una amplia variedad de ETF
Existen distintos tipos de ETF (casi tantos como activos financieros o mercados). Por tanto, pueden adaptarse de manera sencilla a los proyectos de inversión de cualquier tipo de trader o inversor. - Diversificación
Los ETF que engloban distintos activos financieros pueden ofrecer a los inversores la oportunidad de beneficiarse de una mayor diversificación. Incluir ETF en su cartera hace que esta se diversifique automáticamente. - Liquidez elevada
Los ETF son productos muy líquidos. Esto significa que los traders no tendrán problemas al cerrar sus posiciones de ETF durante la sesión de trading, ya que siempre encontrarán una contraparte para su posición. - Transparencia
Los ETF reproducen de manera fiel el rendimiento del índice gracias a metodologías transparentes y a reglas estrictas. Esto permite que los inversores entiendan de manera clara la fuente del rendimiento alcanzado. Además, como los ETF se negocian en bolsa, es sencillo acceder a sus precios de compra y venta en tiempo real. - Herramienta de cobertura
Los ETF también son opciones ideales para cubrir su cartera frente a la caída de los precios con los ETF inversos o sobre volatilidad, o frente al riesgo cambiario con ETF cubiertos. - Menores costes de gestión que las SICAV o fondos de inversión
Los ETF suelen conllevar costes de transacción menores (es decir, costes de compra y venta) que los de las SICAV o fondos de inversión.
Riesgos de los ETF
- Riesgo de que baje el valor de un ETF
Si el activo subyacente baja, el ETF que se basa en ese activo bajará, lo que puede provocar pérdidas si el trader tiene que cerrar su posición en ese momento. - Falta de rendimiento del mercado objetivo
Dado que el objetivo principal de un ETF es rastrear el rendimiento de un activo subyacente, ofrece pocas oportunidades de superar al mercado, lo que en ocasiones puede limitar las ganancias. - Riesgo cambiario
Algunos ETF pueden denominarse en una divisa distinta de la del trader, lo que puede llevar a una caída en el rendimiento del ETF si el tipo de cambio no es favorable. - Tracking error
Se trata de la diferencia de rendimiento entre los ETF y su índice en un periodo concreto. Este riesgo puede influir en la rentabilidad del ETF. - Diferencia de seguimiento
Se trata de la diferencia entre el rendimiento neto del fondo y el rendimiento del índice subyacente a lo largo de un periodo concreto, que también puede influir en la rentabilidad del fondo. - Riesgo de falta de transparencia o liquidez en el caso de los ETF exóticos
Algunos ETF son menos transparentes y menos líquidos que otros, lo que puede hacer que sea difícil rastrear su evolución o revenderlos. - Riesgo específico del tipo de ETF utilizado
Cada tipo de ETF presenta su propia serie de riesgos de los que debe ser consciente. Los ETF apalancados, por ejemplo, pueden dar lugar a pérdidas importantes si el mercado se mueve en la dirección opuesta a la que haya escogido.
¿Cómo escoger el ETF adecuado?
Con una oferta cada vez mayor de ETF por parte de distintos emisores, es fundamental que el trader se tome su tiempo para escoger uno que encaje perfectamente con sus necesidades, objetivos, tolerancia al riesgo y expectativas específicas.
Para escoger el ETF correcto, primero debe tener en cuenta su perfil de riesgo y la compatibilidad del ETF con su estrategia y objetivos de inversión.
A continuación, debe tener en cuenta el índice subyacente y los activos financieros que contiene.
El índice que escoja debe cumplir sus expectativas en cuanto a la liquidez, clase de activo, zona geográfica, reparto de dividendos y rendimiento.
Los gastos ordinarios, el rendimiento neto, el tracking error, la calidad de réplica del índice, la estrategia del ETF y la accesibilidad de la información de los ETF debería tenerse en cuenta al escoger la estructura de ETF adecuada.
Por último, es necesario tener en cuenta el gestor de ETF, sus actividades de gestión, su experiencia, el reconocimiento a nivel mundial, las condiciones de trading que ofrece, los ETF que ofrece sobre mercados internacionales y la variedad de su gama de productos.
Los ETF son soluciones de inversión ideales para los inversores que quieren diversificar sus posiciones en el mercado de acciones en función de las zonas geográficas o de sectores de actividad. También ofrecen exposición a bonos corporativos y del Estado, así como la posibilidad de invertir en sectores específicos. Además, los ETF se negocian igual de fácil que las acciones corporativas, lo que los hace muy accesibles a los inversores.

Maxime tiene dos másteres por la SKEMA Business School y la FFBC: un máster en Gestión y un máster en Análisis Financiero Internacional. Como fundador y redactor jefe de NewTrading.fr, redacta artículos diariamente sobre trading financiero.

